lunes, 28 de abril de 2014

3 autoconsells per sobreviure a les noves aules d'adults

Tot canvia molt ràpidament. Els perfils de l'alumnat dels centres d'adults han evolucionat notablement durant els darrers anys. Cada cop trobem perfils més joves en determinades propostes formatives, especialment als cursos de graduat en educació secundària i preparació de les proves d'accés a cicles formatius. Aquest canvi de tendència, ja s'ha comentat en altres entrades, és segurament conseqüència d'una realitat socio-econòmica molt concreta, definida per una elevadíssima taxa d'atur juvenil i unes perspectives d'accés al món laboral francament complicades. 

Resultat? Les aules d'adults obren les seves portes a alumnat cada cop més jove, en alguns casos molt allunyat dels patrons de comportament als quals els docents dels centres d'educació permanent hi estem acostumats. Això, de vegades, dificulta enormement la feina, ja que hem de fer front a conductes i actituds gens idònies per a l'aprenentatge. Aquí van algunes autoreflexions que intento aplicar-me per sobreviure a aquesta nova realitat i a aquests nous comportaments, de vegades un xic desconcertants.

No importa com de gran sigui la visera de les seves gorres, o com de caiguts portin els pantalons. Tampoc que les tangues apareguin sovint per sobre dels shorts o que parlin fent servir paraules estranyes: "Se quedan locos" i es diuen "hermano" i "socio". Tu no entens res, però és igual. Són adults. Fica-t'ho al cap. Tracta'ls com a adults perquè és el que són. De vegades no ho sembla, però un aspecte clau per guanyar-te el seu respecte i i la seva confiança és respectar la seva personalitat. Posar-te de cul i criticar-ho tot per sistema no et portarà enlloc, al revés, crearà un mur que més tard serà impossible d'enderrocar.

Sigues dinàmic. Mou-te. Si són joves i estan a la teva aula significa que alguna cosa no va funcionar durant la seva escolarització. Intenta esbrinar quins van ser els motius d'aquest fracàs. Això et donarà informació per actuar amb major eficàcia. Segurament, reproduir els patrons tradicionals d'ensenyament, la instrucció directa, no funcionarà. Intenta coneixe'ls i descobrir els seus interessos. Adapta les teves classes a les seves inquietuds. Pregunta, recull informació i intenta donar respostes originals a les seves demandes. Òbviament, això no t'assegura l'èxit però et donarà més possibilitats d'obtenir bons resultats.

Relativitza el conflicte. Comptar fins a deu, ser flexible, tolerant i empàtic pot donar-te millor rendiment que l'oposició frontal a aquells patrons de comportament que tu no trobes normals. Això no significa que s'hagi de permetre qualsevol actitud, de cap manera, però de vegades evitar el conflicte directe pot generar espais de diàleg que d'altra manera es tancaran per sempre més.

En definitiva, sigues conscient dels perfils amb qui treballes i adapta la teva feina i la teva actitud als diferents tipus d'alumnat. Potser hem de "mutar" una mica i "quedarnos locos" de tant en tant per comprendre millor a l'altre... I tu què dius, soci@"!

martes, 22 de abril de 2014

La educación estamental: jerarquías educativas

Haz la prueba. Calcula el número de horas que tu centro dedica a las asignaturas de ciencias y de lenguas y compáralo con el tiempo empleado en otras disciplinas como las ciencias sociales, la filosofía, el arte, la educación física, la música, el teatro (¡!)... Me temo que los resultados van a ser bastante similares en la mayoría de los casos: victoria por goleada de las primeras en detrimento de las segundas. Especialmente dramático es el caso de las disciplinas de carácter artístico, las cuales (salvo honrosas excepciones) juegan un papel secundario en las parrillas horarias de nuestros centros.

Seguramente has oído hablar de la sociedad estamental. Este modelo social, propio del Antiguo Régimen, determinaba la existencia de dos grandes grupos claramente diferenciados: privilegiados y no privilegiados. El primero, una clara minoría, disfrutaba, pues eso, de enormes privilegios como la exención del pago de impuestos o un sistema legislativo propio. Por su parte, el tercer estado, englobaba a grupos sociales muy heterogéneos aunque destacan dos características en común: las obligaciones con el fisco y la ausencia de cualquier derecho de elección y representación política.

Haciendo un repaso de la distribución de las asignaturas y disciplinas en nuestros centros la conclusión es evidente: nuestro sistema educativo tiene mucho de estamental. Y no sólo por la cantidad de horas dedicadas a unas y a otras, sino por la propia concepción que la sociedad tiene de ambas. Parece claro que las lenguas y las ciencias son el eje sobre el cual gira nuestro sistema, mientras que el resto de asignaturas juegan un papel de acompañamiento y, en algunos casos, claramente residual en importancia, presencia y consideración por parte de la comunidad educativa y la sociedad en general.

Señala Ken Robinson que la herencia de la sociedad industrial define la actual estructura de nuestros planes de estudios. La necesidad de buscar métodos eficaces y rápidos de selección y valoración ante las exigencias de la Revolución Industrial identificaron la inteligencia desde el punto de vista del razonamiento verbal y matemático, arrinconando otras áreas de conocimiento y expresión. No obstante, parece ilógico que en un contexto tan distinto como el actual perviva la misma lógica que antaño. Además, las competencias profesionales y personales que demanda la sociedad hoy en día requieren de nuevos enfoques y planteamientos y, seguramente, de estructuras más flexibles que se adapten a los intereses y capacidades de los distintos perfiles de alumnado.

Ante la pregunta recurrente del "Profe, ¿esto para qué sirve?" hay que ser capaz de proporcionar respuestas concretas y precisas. Quizá haya que acercar el currículo a la realidad del alumnado para potenciar su interés y atender a las distintas sensibilidades presentes en el aula. Además, seguramente no existen conocimientos más provechosos e importantes que otros per se, sino que son las capacidades, intereses y motivaciones de cada alumno las que determinan la utilidad de los mismos.

Así pues, puede que sea necesario poner el foco en los procesos de empoderamiento del alumnado y no tanto en unos contenidos específicos (de uno u otro signo) que pueden presentarse totalmente alejados de su realidad e intereses. Acabemos, pues, con el modelo educativo estamental y busquemos alternativas flexibles que permitan que las distintas sensibilidades y capacidades se desarrollen en igualdad de condiciones. Porque hay vida más allá de las ecuaciones y los dictados...


miércoles, 16 de abril de 2014

Heducación se escribe sin hache

Santamaría, A. (2014). Heducación se escribe sin h. Barcelona: Debate

Excelente análisis abordado por Ángel Santamaría donde se analiza la evolución del modelo educativo español durante las últimas décadas. Aspectos clave del debate educativo como la sucesión de reformas (nunca consensuadas), el perpetuo debate entre escuela pública y escuela privada, la enseñanza de la religión o el debate sobre la conveniencia o no de las tareas para casa son analizados de una manera amena aunque no exenta de rigor. Una lectura interesante para tener una visión general amplia y crítica de nuestro modelo educativo. Muy recomendable.

lunes, 7 de abril de 2014

¿Big Mac o Guía Michelin? Y tú, ¿cómo evalúas?

Última semana del trimestre y, como siempre, llegamos todos apuradísimos. Los alumnos, por su lado, histéricos con las notas (cuántas veces habré oído estos últimos días el recurrente "yo con un 5 me conformo, profe"). Nosotros, los profesores, sobrepasados por las correcciones de exámenes, trabajos, portafolios, recuperaciones y no sé cuántas actividades más. Uno tiene la sensación de que todo el trabajo y el esfuerzo desarrollado por profesores y alumnos, todas esas horas invertidas en planificar, conceptualizar y corregir distintas actividades y pruebas, en estudiar y comprender nuevos contenidos, no acaban de generar los resultados deseados. Y no me refiero a un índice más o menos elevado de aprobados, sino a la consecución de un verdadero, efectivo y profundo aprendizaje.

En cualquier caso, los cierres de trimestre son (o deberían ser), por cuestiones obvias, momentos donde reflexionar sobre nuestra práctica docente y, cómo no, sobre las estrategias de evaluación aplicadas. Obviamente, nuestra decisión sobre cómo evaluar el proceso de aprendizaje del alumnado tiene evidentes consecuencias sobre la consecución (o no) de los objetivos de cada propuesta formativa. Así pues, dedicarle la reflexión, el tiempo y el esfuerzo necesarios parece una buena base sobre la cual trabajar.

Ken Robinson, en su archicitadísimo El Elemento, compara los procesos de control de calidad de la educación con los de un sector económico totalmente diferenciado, el de la restauración. Señala Robinson que en este negocio existen dos grandes modelos de control de calidad: el del fast food y el definido por la Guía Michelin, es decir, el de la alta cocina. Ambos establecen y definen toda una serie de parámetros y criterios específicos para evaluar la calidad del producto final aunque, claro está, aquí acaban las similitudes entre los dos modelos.

En primer lugar, el control de calidad de la comida rápida establece con exactitud las características de los productos. Los procesos de cocción, el servicio prestado por el personal, el almacenaje de los productos e incluso las estrategias de venta y publicidad están definidas y marcadas por la organización. Es por esto que uno puede comerse una hamburguesa en uno de estos restaurantes de comida rápida en la otra punta del mundo y tener la sensación de estar haciéndolo en el "burguer" de la esquina de su casa. Y no solo por la comida, también por el espacio en sí. Carteles, sillones, paredes... Todo está estandarizado.

En cambio, el modelo de la Guía Michelin es otra historia. Este modelo busca la excelencia y, para ello, define una serie de criterios específicos aunque no detalla cómo deben cumplirse. Es decir, no se define el color de las paredes, ni el tiempo de cocción de las patatas fritas, ni el vestuario de los camareros... Cada restaurante debe, pues, aplicar los criterios como mejor le convenga para cumplir con los objetivos. ¿Resultado? Pues (se dice, se oye, se comenta) que los restaurantes de la Guía Michelín son fantásticos y, además, todos únicos y diferentes entre sí (habrá que ir algún día para comprobarlo).

En fin, creo que esta reflexión que Robinson aplica a las políticas de evaluación de los sistemas educativos nacionales puede extrapolarse a la labor evaluativa de cada docente. ¿Cómo orientamos nuestras evaluaciones? ¿Marcamos criterios rígidos que hacemos cumplir a todo el mundo por igual? ¿O, por contra, nos adaptamos a los distintos perfiles que tenemos en el aula? ¿Nuestras propuestas de actividad permiten espacios de libertad y creatividad  al alumno o son cerradas y monitorizan absolutamente su proceso de aprendizaje? Ya que el "trabajazo" no nos lo quita nadie, al menos que sirva para crear conocimiento "en profundidad" y poder atender debidamente la diversidad en el aula, ¿no? Además, ¡donde esté un suculento marmitako que se quite una Big Mac!


viernes, 4 de abril de 2014

¿Tienes plan? Formación permanente

En noviembre de 2011, el Ministerio de Educación presentaba el Plan de Acción para el Aprendizaje Permanente Nuevas oportunidades para aprender. El documento, solapado al informe titulado El aprendizaje permanente en España, realizaba un estudio de la situación sociolaboral europea y española y exponía unas líneas generales de actuación con el objetivo de potenciar la formación permanente y mejorar la cualificación general de la población. 

Entre los aspectos analizados en el resumen ejecutivo, hay un dato que llama especialmente la atención y está, de hecho, estrechamente relacionado con los niveles de cualificación. Según el Centro Europeo para el desarrollo de la formación profesional (CEDEFOP), Europa tendrá en el año 2020 235 millones de puestos de trabajo, cuyas necesidades de cualificación corresponderán en un 50% a niveles medios, un 35% a niveles altos y sólo el 15% a niveles bajos. Si tenemos en cuenta que en España predominan las calificaciones bajas (44% en el cuarto trimestre de 2012, según el INE) parece evidente la importancia que la formación permanente va a tener en varias generaciones de españoles.

Así pues, urge potenciar la formación permanente y, en este sentido, el Plan de Acción para el Aprendizaje Permanente establecía ocho ejes estratégicos y un total de 25 actuaciones concretas para afrontar el reto. Las grandes líneas de actuacion establecidas eran:
  1. Facilitar la reincorporación de la población adulta al sistema educativo para obtener el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.
  2. Generalizar el reconocimiento de competencias profesionales, como mecanismo para aumentar la cualificación de la población activa
  3. Establecer nuevas vías de acceso a la Formación Profesional, y hacer compatible el trabajo y el estudio para los jóvenes que lo abandonan prematuramente.
  4. Reforzar la actualización y la adquisición de nuevas competencias profesionales para afrontar con éxito el cambiante mercado laboral.
  5. Promover el acceso de las personas adultas al Bachillerato, a la Formación Profesional y a la Universidad.
  6. Ofrecer educación y formación, formal y no formal, a personas en riesgo de exclusión social como estrategia de apoyo a la superación de situaciones de pobreza y marginación.
  7. Difundir entre la ciudadanía las posibilidades de la formación permanente.
  8. Establecer mecanismos para la evaluación periódica de las políticas relacionadas con el aprendizaje a lo largo de la vida, con participación de todos los agentes implicados.
Por otro lado, El País Vasco concretó hace unos meses muchos de estos aspectos dándoles fuerza de ley con el apoyo de la mayoría de la cámara vasca. Todos los partidos (salvo la abstención de Bildu) aprobaron la Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida con el objetivo de favorecer las posibilidades de acceso al trabajo del conjunto de la población. Se trata de una ley que crea estructuras de formación a distancia, que pretende ligar las necesidades del sistema productivo con las necesidades formativas de la población y, en general, que promueve la orientación y la formación de personas adultas.

Que una ley educativa (¡en este país!), se apruebe con un amplio consenso entre gobierno y oposición  es un sorpresón que hay que destacar. Seguramente, la ciudadanía vasca recogerá los frutos de este acuerdo en los próximos años. Mientras tanto, veremos cómo evolucionan las políticas de acción para la formación permante a nivel nacional, aunque vista la actividad desarrollada por el ministerio durante los últimos tiempos no parece que vayamos a tener grandes resultados en los próximos años. Veremos...